PAPA EL 4 DE AGOSTO DE 1903
CORONADO EL 9 DE AGOSTO DE 1903
CORONADO EL 9 DE AGOSTO DE 1903
Agregar leyenda |
PLAZA DE SAN PEDRO Y BENDICIÓN DEL NUEVO PAPA A LOS FIELES. |
MEDALLA RECORDATORIA PIUS X PONT MAX - VIRGEN DEL BUEN CONSEJO Y DE LA PRUDENCIA |
SAN PÍO X - CORONACIÓN - TIARA PAPAL |
VISTA DEL VATICANO- PLAZA Y BASÍLICA DE SAN PEDRO A los costados el Palacio del Vaticano.En el primer edificio como un cubo se alojaban los Papas. |
Pío X y Merry del Val sufriendo por la Iglesia |
SU PRIMER ACTO FUE EL NOMBRAMIENTO DE SU INMEDIATO COLABORADOR, SECRETARIO DE ESTADO AL CARDENAL MERRY DEL VAL DE TREINTA Y OCHO AÑOS, DE NACIONALIDAD ESPAÑOLA Y EDUCADO EN INGLATERRA. |
San Pío X adelanta la edad para la Primera Comuión |
Y en esta lucha en los
inicios de un siglo XX, el Papa Pío X es la gran advertencia de Dios a unos
hombres ensoberbecidos por los valores que ellos trabajosamente pudieron
conquistar.
El día 20 de julio de 1903
había muerto el Papa León XIII. Su grandeza fue tan ingente que se ha podido
escribir que no es vana retórica el epitafio de su tumba “Ingemuit Ecclesia, complorante orbe
universo.””Gimió la Iglesia ,
llorando con ella el mundo entero ,”¿Qué
nuevos hombros sostendrían el pesado gravitar del Papado, acrecentado por el
inmenso prestigio del genial Pontífice que desaparecía?
Problemas graves y difíciles
de todo orden llamaban a las puertas del Vaticano ¿Quién sería el llamado a
intentar su solución?
Más de uno se sintió
decepcionado al conocer el nombre del nuevo papa José Sarto, patriarca de
Venecia. No provenía de los medios nobiliarios, ni académicos. No era
diplomático, ni político, ni sabio de profesión. Era casi totalmente
desconocido del mundo católico.
Era un buen sacerdote que
había amado entrañablemente a sus feligreses y diocesanos y les había entregado
su vida. Era un limosnero de mano rota que, cuando más no tenía, tomaba del
fogón el puchero de su propia comida para dársela a un necesitado. Era un
hombre del pueblo que gozaba con el pueblo y los niños. Era un enamorado de la
Eucaristía y de la música sagrada. Era un sacerdote ejemplar, un verdadero
santo… Pero todo esto ¿qué daría de sí al haber de enfrentarse con las
delicadas situaciones que planteaba la cuestión romana en Italia o el laicismo
de la Tercera República en Francia? ¿o cuando hubiera de orientar y encauzar
movimientos sociales no en todo aspecto correctos o vindicar los derechos de la
fe ante una ciencia engreída? ¿No hubiera interesado más un papa de altura
científica o de experiencia diplomática, o de prestigio reconocido por los
Gobiernos, o curtido en las tareas de la Curia Romana y del Vaticano?
“Vuestros caminos no son mis caminos”. Dice el Señor en la Escritura
(Is.55,8)
Y el Señor detiene su mirada en Bepi, el hijo
del cartero de Riese, que antaño con los zapatillas al hombro para no
estropearlos y en el bolsillo el zoquete de pan del almuerzo, recorría el
camino de Castelfranco. Ni un nacimiento
ilustre, ni bienes de la tierra, ni triunfos académicos impulsaron a Sarto en
su ascensión. Gracias a la caridad hizo sus estudios y siempre fue pobre.
Llegará al solio pontificio con el único bagaje de su santidad y de su
experiencia sacerdotal. Riqueza grande, en verdad, pero poco apreciada por el
mundo.
Por encima de todo brillaba en él la
santidad. Será el papa del Espíritu.
Aquel Papa que no había escrito libros ni
sabía más idiomas que el latín y el italiano, será el gran Papa de la comunión
de los niños y de la comunión frecuente, de la reforma de la música sagrada, de
la codificación del Derecho Canónico. Será el debelador del Modernismo y el
condenador de “Le Sillon”. Será el mismo que, con entereza inquebrantable,
mantendrá los derechos de la
Iglesia ante los ataques del laicismo francés y sabrá
condensar en una frase feliz todo su espíritu : “No busco los bienes de la
Iglesia , sino el bien de la Iglesia.”
Quien en su vida personal
supo subordinar y sacrificar todo lo humano a su sacerdocio, en su pontificado
fue el gran propugnador de la primacía del Espíritu. Tomó por lema INSTAURARE
OMNIA IN CHRISTO” Eph.1, 10 (La mayúscula
es mía)
Quiso restaurar todas las
cosas de Cristo. No en palabras, sabiduría o
poderes humanos, sino en Cristo Jesús, único fundamento posible (1 Cor. 3.11) y única piedra angular, (Act. 4,11, Eph.. 2, 20) . Como San Pablo, se presentó “en flaqueza, en temor y en temblor
grande” (Cor. 2, 3) El Papado le
pareció carga ingente y excesiva para sus hombros, lo aceptó como una cruz,
llorando con el alma rota. Abrazado a la Voluntad Divina subió al solio
pontificio al que repetidamente llamará su Calvario. Era el culminar de una
vida sacerdotal. A partir de la ordenación “comenzarás a recorrer el camino del
Calvario, que es el único que lleva al monte Tabor –escribía a un joven sacerdote-,
entonces comprenderás que la vida del sacerdote es una vida de sacrificio.”
Como San Pablo, sólo supo a
Cristo y Cristo crucificado. Y Cristo fue en él la fuerza y la sabiduría de
Dios (1 Cor.1, 24)
¿Fue Pío X el Papa que
necesitaba el presuntuoso siglo XX ?
La historia se ha encargado de
responder categóricamente. La huella de su pontificado es indeleble. La
glorificación de hoy, el sello oficial.
Era la lección que necesitaba
el mundo. No la quiso aprender y cautivo en su progreso, víctima de su ciencia,
el hombre gime hoy en la angustia de su espanto.
Mientras doblan a gloria las
campanas de Roma, en himno jubiloso al Santo Pontífice, sus lenguas parecen
desgranar en lenguaje universal, la eterna verdad.
“Nisi Dominus aedificaverit domum, in vanum laboraverunt
qui aedificant eam"
Andrés E. de Mañaricua
“PIO X” : por NELLO VIAN (de la Biblioteca Vaticana )
Extraído del
Prólogo del Prof. Andrés E. de
Mañaricúa.- Bilbao-España-1954.
"E SUPRIMI APOSTOLATUS" 11 de junio de 1903
"Instaurar todo en Cristo."
Agosto…septiembre… ¿Qué hace el Papa?
Los impacientes querían pronto un discurso, una encíclica que trace el programa del Pontificado. El Papa
respondió a esta intranquilidad: ”
Decidles que el Papa ora:”
Rezaba y ponderaba. Pío X no será
hombre de palabras al viento. Está demasiado acostumbrado a dar a cada programa
su fuerza justa… La primera encíclica del Papa será un documento muy pensado,
en el cual se podrá encerrar toda su actitud posterior. L’Osservatore, en la tarde del 3 de octubre, anunciaba la
encíclica. Los periódicos del día siguiente la divulgaron. Comenzaba con las palabras “E supremi apostolatus” cathedras”.(…) El Papa abre la encíclica recordando
los temores que le angustiaron al ser elegido. En primer lugar, porque se
considera indigno sucesor de un Pontífice que por veintitrés años rigió
sapientísimamente la Iglesia de Dios. Además, porque la elección suponía
entregar a sus manos temblorosas una sociedad enferma. ¡Y qué enfermedad! No puedo
meditar sin asombro este maravilloso diagnóstico que a las puertas del siglo
dio la perspicacia de Pio X. Lo expresa sin rodeos: “Nuestro mundo sufre un mal: la lejanía de Dios. Los hombres se han
alejado de Dios, han prescindido de él en el ordenamiento político y social .Todo
lo demás son claras consecuencias de esa postura” (…)
¿El camino decíais? Sumisos a la Iglesia, pertenecéis a Cristo, en cuyas
manos la Iglesia reposa; entregados a
Cristo, pertenecéis a Dios. (de J.M. Javierre-“Pío X”)
“El único fin de Pío X, su ideal, el
programa fijo, inmutable y exclusivo de su pontificado INSTAURAR TODO EN CRISTO fue
el de todos los Papas, porque la suprema razón de la Iglesia y del pontificado
romano es el establecimiento del reinado de Dios sobre la tierra; pero Pío X “el
hombre de la vida estrictamente rectilínea” quiso hacer la divisa plenamente característica, el programa específico, fundamental, esencial,
total, de su pontificado. Y este programa, quiso desde el comienzo,
afirmarlo de la manera más explícita, no permitiendo que nadie crea, que se “escruta
sus pensamientos íntimos” para “convertirlo en vistas terrestres y a intereses
de partido”.(…) “Su fondo de alma”, esta voluntad profunda, este programa
específico e inmutable, Pío X lo aclarará aún, con una insistencia marcada en
su alocución consistorial del 9 de noviembre de1903 Primum
vos… Allí vuelve sobretodo, para
apoyarlo todavía, en su encíclica: el firme propósito del 11 de junio de 1905; “Instaurar
todo en Cristo, dirá, ha sido siempre la divisa de la Iglesia; ella es
PARTICULARMENTE la nuestra en los tiempos confusos que atravesamos.” (de
P. Fernessole y P.Lethielleux “Pio X” Ensayo histórico”
ENCÍCLICA PASCENDI del 8 de septiembre de 1907
Una vez más se levantó Pedro impetuosamente a proclamar su fe milenaria.En una lucha encarnizada que duró todo un lustro, Pío X cerró la entrada a toda intromisión extraña en la vida religiosa e intelectual de la Iglesia; lucho contra la herejía con una intrepidez y una fortaleza digna de los más grandes pontífices antiguos. El 8 de septiembre de 1907 la encíclica "Pascendi" el documento más elevado de su pontificado, sancionó la condenación categórica y determinó la detención de aquella subversión. El alma de la Iglesia se había salvado. (la negrita es mía.Ahora con el Concilio Vat. II están perdiendo a la Iglesia con sus fieles)
Una página de PASCENDI- MODERNISMO CONGLOMERADO DE Herejías |
SAN PÍO X- ENCICLICA PASCENDI- p.935 |
ENCÍCLICA PASCENDI pp- 936-937 |
VIRGEN DEL BUEN CONSEJO Y DE LA PRUDENCIA a la cual profesaba una gran devoción. |
JURAMENTO ANTIMODERNISTA -SAN PÍO X
Tanto para el clero como para los laicos |
Entrevista con el Papa San Pío X referido por
Teodoro Herzl, padre del sionismo, en su diario
del 25 de enero de 1904.
Fui
conducido ante el Papa pasando por un gran
número de saloncitos. Me recibió de pie y me tendió la mano, que no besé
(,,,)
Le
sometí brevemente mi asunto. Respondió en buen tono severo y categórico (…) “No podemos sostener este movimiento
(sionista). No podremos impedir a los judíos ir a Jerusalén, pero no podemos en
ningún caso sostener esto. Aunque
Jerusalén no haya sido siempre santa, esta tierra ha sido santificada por la
vida de Jesucristo. En tanto que Jefe de la Iglesia, no puedo darle otra
respuesta.. Los judíos no reconocieron a nuestro Señor, es por lo que no podemos
reconocer al pueblo judío.” (…)
Pensé,
he aquí el viejo conflicto judío que recomienza entre Roma y Jerusalén; él
representa a Roma, yo a Jerusalén, (…)
“-Pero
¿qué dice Usted, Santo Padre, de la
situación actual? Pregunté.
-Sé bien que es desagradable ver a los Turcos
en posesión de nuestros Lugares santos, respondió. Estamos forzados a
soportarlo. Pero sostener a los judíos para que ellos obtengan, para ellos, los Lugares
Santos, es algo que no podemos
hacer.”.
Señalé
que nuestra motivación era la angustia de los judíos, y que nosotros
entendíamos dejar de lado las cuestiones religiosas.
-“Sí, dijo, pero nosotros, y más especialmente
yo en tanto que Jefe de la Iglesia, no podemos. Dos casos pueden presentarse. O
bien los judíos siguen fieles a su creencia y continúan esperando al Mesías,
que para nosotros ya vino. En este caso niegan la divinidad de Jesús, y no
podemos hacer nada por ellos. O bien
ellos van a Jerusalén sin ninguna religión, y en este caso menos aún los
podemos sostener. La religión judía es la base de la nuestra, pero ella ha sido remplazada por la doctrina de Cristo, y desde entonces no podemos más reconocer su existencia. Los judíos, que
debieron ser los primeros en reconocer a Jesucristo, no lo han hecho hasta el
día de hoy”
Estuve
a punto de decir: Esto es lo que pasa en todas las familias. Nadie es profeta
en su familia” En lugar de esto declaré: “ Quizá el terror y las persecuciones
no eran los mejores medios para iluminar a los judíos”.
Esta
vez replicó con una sencillez desarmante: “Nuestro
Señor llegó sin disponer de ningún poder. Era pobre. Vino en paz. No persiguió a
nadie, fue perseguido. Hasta los Apóstoles lo abandonaron. Recién
después de eso engrandeció. Sólo al cabo de tres siglos la Iglesia ocupó su
lugar. Los judíos tuvieron entonces el tiempo para reconocer la divinidad de
Jesucristo sin ninguna presión exterior. Pero no lo hicieron, no lo hacen a la
hora actual”
-Pero, Santo Padre, dije, la
situación de los judíos es espantosa. No sé si Vuestra Santidad se da cuenta de
la amplitud de este drama. Necesitamos un país para los perseguidos.
-Pero ¿éste debe ser Jerusalén?-
preguntó.
-No
pedimos Jerusalén, precisé, pero sí la Palestina, solamente el país profano.
Repitió:
“Nosotros no podemos sostener eso”
-¿Conoce
usted, Santo Padre, la situación de los judíos? Interrogué
-“ Sí, la conocí en Mantua,
respondió, hay judíos allí. Por otra parte he tenido siempre buenas relaciones
con los judíos. Recientemente, una tarde, me visitaron dos judíos. Es cierto
que existen relaciones que se sitúan
fuera de la religión ; relaciones de cortesía y de caridad. No
rechazamos a los judíos ni la una ni la otra. Al final, rezamos por ellos, para
que su espíritu se aclare. Precisamente en este día, celebramos la Fiesta de un
creyente que, en el camino de Damas, se convirtió de manera milagrosa a la
verdadera creencia /San Pablo) Así, si
Ud. va a Palestina e instala allí a su pueblo,
prepararemos iglesias y sacerdotes para bautizarlos a todos.”
“CATÓLICOS
FRANCESES, LAS SECTAS IMPÍAS QUIEREN ARRANCARLES LA FE DE VUESTRO
CORAZÓN!” SAN PÍO X.
Y ahora, nos dirigimos a ustedes,
católicos de Francia; que nuestra palabra les llegue a todos como un testimonio de la muy tierna
benevolencia con la cual no cesamos de amar vuestro país y fortaleceros en medio de las calamidades temidas que
tendréis que atravesar.
Conocéis el fin que se han
asignado las sectas impías que doblegan vuestras cabezas bajo su yugo, puesto
que ellas mismas lo han proclamado con cínica audacia: “Descatolizar la
Francia”
Las sectas quieren arrancar de vuestros
corazones, hasta la última raíz, la fe que ha llenado de gloria a vuestros
padres, la fe que ha construido vuestra patria próspera y grande entre las
naciones. la fe que os sostiene en la prueba que mantiene la tranquilidad y la
paz en vuestro hogar y que os abre la vida hacia la felicidad eterna.
Es con toda vuestra alma, lo sentís bien, que
necesitáis defender esta fe; pero no os confundáis, trabajo y esfuerzos serían
inútiles si intentarais rechazar los
asaltos que se os libraran sin estar fuertemente unidos.
Abdiquen entonces todos los
gérmenes de desunión si existen entre ustedes y haced lo necesario para que, en
el pensamiento como en la acción, vuestra unión sea tan firme como debe serlo
entre los hombres que combaten por la misma causa, sobretodo cuando esta causa
es de las que el triunfo depende de lo que cada uno deba sacrificar
voluntariamente de sus propias
opiniones.
Si quisierais en el límite de
vuestras fuerzas, y como es vuestro imperioso deber, salvar la religión de
vuestros antepasados de los peligros que ella corre, es de gran necesidad que despleguéis
en una larga medida valentía y generosidad.
Esta generosidad la tendréis,
estamos seguros y, mostrándoos tan caritativos ante vuestros ministros, inclinarán a Dios a que se
muestre cada vez más caritativo con vosotros.
En cuanto a la defensa de la
religión, si queréis emprenderla de
manera digna de ella, proseguirla sin desertar y con eficacidad, dos cosas
importan antes que nada :primero debéis modelaros tan fielmente sobre los preceptos de
la ley cristiana que vuestros actos y vuestra vida entera honren la fe que ustedes profesan.; a continuación deben quedar muy estrechamente unidos con aquellos a los
que les pertenece propiamente velar acá
en la tierra por la religión, con vuestros sacerdotes, con vuestros obispos y sobretodo con esta sede apostólica, que es
el sostén de la fe católica y de todo
lo que se puede hacer en su nombre.
Así armados para la lucha,
marchad sin temor para defender la Iglesia, pero tened mucho cuidado que
vuestra confianza se funde enteramente en el Dios del cual sostendréis la causa
y, para que él os socorra, imploradle sin cansaros.
Durante todo el largo tiempo que
tendréis que luchar contra el peligro, nosotros estaremos con corazón y alma en
medio de ustedes. Trabajos, penas, sufrimientos, os participaremos a todos con ustedes y,
dirigiendo al mismo tiempo al Dios que fundó la Iglesia y que la conserva,
nuestras oraciones humildes y las más insistentes,
le suplicaremos que dirija sobre Francia una mirada de misericordia, de
arrancarla de las mareas desencadenadas alrededor de ella y de devolverle
pronto, por la intercesión de María Inmaculada, la calma y la paz.
Como presagio de estos beneficios celestes y para testimoniarles
nuestra predilección muy particular, es
de todo corazón que os damos nuestra bendición
apostólica, a ustedes, venerables Hermanos, a vuestro clero y a todo el
pueblo francés.
San Pío X, Encíclica Vehementer, 1906
(Dirigido a los franceses pero también es un mensaje para todos los países del mundo; Dice "las calamidades temidas que tendréis que atravesar"., nos quieren "descatolizar el orbe"
Es con toda vuestra alma, lo sentís bien, que necesitáis defender esta fe; pero no os confundáis, trabajo y esfuerzos serían inútiles si intentarais rechazar los asaltos que se os libraran sin estar fuertemente unidos. (Repito esta frase porque dice una gran verdad, sin unión no se logra ningún acto colectivo; y la desunión impera desgraciadamente al por mayor, el mal que está triunfando da ejemplo de unión, aunque sea por el vil dinero, que parece mueve montañas.)
TÚ, SAN PíO X
Tú, San Pío X, cuya divisa fue la de restaurar todo en Cristo:
Tú cuya mirada de “águila” supo distinguir las catástrofes
que castigarían nuestro pobre mundo apóstata,
Ayúdanos, socórrenos, en nuestra obra de restauración del
Reinado social de Nuestro Señor.
Papa de la comunión frecuente, enséñanos a buscar luces y
fuerzas en la Eucaristía.
Papa de la doctrina, guía nuestro espíritu en todos nuestros pasos.
Tú que deseabas ver agruparse alrededor de sus pastores
escogidos laicos sólidamente formados, intercede por nosotros.
Enséñanos a ser: SIMPLES y CLAROS, a lograr como Tú
el ESPÍRITU FIRME y el CORAZÓN TIERNO.
Extraído de “Para que El Reine” (la Ciudad Católica)
PROFESIÓN DE FE CATÓLICA - CONCILIO DE TRENTO
PROFESIÓN DE FE CATÓLICA- TANTO PARA EL CLERO COMO PARA LOS LAICOS. |
SAN PíO X EJEMPLO DE FUERZA MORAL- 1954 MONS .DE ANDREA-Los Principios |
FINALMENTE SAN PÍO X NOS BENDICE |