FALLECIÓ EL 26 DE FEBRERO DE 1930
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CARDENAL RAFAEL MERRY DEL VAL Y ZULUETA-WILCOX
Secretario de Estado de San Pío X |
Nació
en Londres el 10
de octubre de 1865,
en el n.º 33 de Gloucester Place, Portman Estate (Marylebone).
Descendiente de una familia noble irlandesa, de Wild Geese,
oriunda del condado de Waterford y
afincada en Sevilla en
el siglo XVIII, era hijo de Rafael
Carlos Merry del Val (1831-1917),
natural de Sevilla, y de Sofía Josefa de Zulueta y Wilcox, nacida en Londres,
que casaron en Madrid en 1863; nieto paterno de Rafael Merry y Gayte y de María
de la Trinidad del Val Gómez, oriunda de Aragón,
y materno del banquero y senador español Pedro
José de Zulueta y Madariaga, II conde
de Torre Díaz, natural de Cádiz y
oriundo de Álava, y de la británica Sofía
Wilcox van der Gutch, nacida en Northampton y
de ascendencia escocesa y neerlandesa. Wikipedia
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VISTA DEL ST.CUTHBERT COLLEGE- SEMINARIO CATÓLICO
USHAW- INGLATERRA |
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VIRGEN DE USHAW |
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EN 1890 COLABORA CON EL BEATO MANUEL DOMINGO Y SOL EN LA
FUNDACIÓN DEL COLEGIO PONTIFICIO ESPAÑOL DE ROMA
En 1888 fue ordenado sacerdote secular. En 1890 colaboraba con el beato Manuel Domingo y
Sol
en la fundación
del Colegio Español de Roma.
A la muerte de dicho pontífice, fue secretario del
accidentado cónclave de 1903, que el 4 de agosto eligió para sucederle al cardenal Sarto, hoy
venerado como san Pío X. El mismo día de su elección, el nuevo papa
nombró a Merry del Val pro-secretario de Estado en sustitución del
cardenal Rampolla, El nombramiento del español sorprendió a
muchos por su juventud (tenía 38 años) y porque no era purpurado. En el consistorio del 12 de noviembre del mismo año fue
nombrado cardenal presbítero, del título de Santa Práxedes, y confirmado
como secretario de Estado en
propiedad, cargo que mantendría durante todo el pontificado de Sarto junto con
el de prefecto de la Casa Pontificia.
En 1914, tras acceder al solio Benedicto XV, el cardenal Merry del Val cesó en dichos cargos,
En 1920 acudió como legado pontificio a Asís, con motivo del primer centenario del hallazgo del cuerpo de san Francisco y para el Congreso Catequético de Umbría.
Desde el 14 de octubre de 1914 y hasta el día de su
muerte fue secretario de la Sagrada Congregación del Santo Oficio, por designación de Benedicto XV. Este cargo era
por entonces el máximo de dicho dicasterio, ya que su prefecto nato era el
mismo papa.
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CARDENAL |
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del P-José María Javierre - 1 |
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En su estudio en el Vaticano; sobre el escritorio la imagen del Cura de Ars |
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del P.José María Javierre - 2 |
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12 ENERO 1914 - PREFECTO REVERENDA FÁBRICA DE SAN PEDRO |
La Fábrica de San Pedro (en latín Reverenda Fabrica Sancti Petri), es un ente
creado expresamente para la gestión del conjunto de las obras necesarias para
la realización arquitectónica y artística de la Basílica
de San Piedro en el Vaticano. El ente
se encarga de la gestión del complejo, se ocupa de todo cuanto sea necesario para el restauro y el
decoro del edificio, de la disciplina interna de los guardianes y de los
peregrinos y obra en acuerdo con el Capítulo de la Basílica
Vaticana.Recientemente el Vaticano ha abierto los archivos a los
estudios: entre los preciosos documentos catalogados hay miles de notas,
proyectos, contratos, recibos, correspondencia (por ejemplo entre Miguel Ángel y la Curia Romana), que constituyen una documentación sui generis en
la vida práctica cotidiana de los artistas implicados. .
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LA RESTAURACIÓN DE LAS BALDOSAS (CERÁMICOS) QUE RODEAN
AL ALTAR DEL PAPA, FUE EFECTUADA CON EL PECULIO PERSONAL
DEL CARD. MERRY DEL VAL |
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BAJO EL ALTAR ENTRADA A LA TUMBA DE SAN PEDRO
VISTA POSTERIOR DEL ALTAR, HACIA LA ENTRADA A LA BASÍLICA
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"HECHOS QUE PASAN, HOMBRES QUE PERMANECEN"
TRASTEVERE
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Trastevere, barrio de Roma, al borde del río Tíber, no lejano a la Sede del Vaticano |
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» Piazza
Santa María in Trastevere (Viale Trastevere): Corazón del maravilloso
Trastevere, ésta es una auténtica plaza romana |
Ocupando
altísimas dignidades, no dejó de desarrollar, todas las tardes durante cuarenta
años, un apostolado oculto y muy fecundo entre las familias menesterosas y los
jóvenes del Trastévere, donde había fundado para ellos la «Pía Asociación del
Sagrado Corazón de Jesús», una de las agrupaciones juveniles más activas y
florecientes de Roma, durante largos años. En su tumba, en la cripta vaticana,
quiso que se escribiera solamente su nombre con estas palabras: «Da mihi
animas, caetera tolle», - «Dame almas, y quítame lo demás» -«la aspiración de
toda mi vida».
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Antigua Capilla de la Pía Asociación del Sagrado Corazón de Jesús
en Trastévere - Roma Fundada por el P. Merry del Val |
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Un grupo de socios de la Pía Asociación del Sagrado Corazón de Jesús
en Trastévere, en recreación en el campo (1913) |
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El Cardenal Merry del Val con un grupo de jóvenes de la Pía Asociación
del Sagrado Corazón de Jesús- en Trastévere- (Roma 21.4.1912)
Cuando recibió la consagración episcopal, en la iglesia nacional española de S María, en Roma ante una concurrida asistencia y la presencia de sus padres, en vez de ofrecer el habitual refresco prefirió engalanar una comida a 200 pobres de ambos sexos, a cada uno de los cuales les fue dado un traje nuevo. Entre los regalos recibió una modesta cruz pectoral ofrecida por los jóvenes de su Asociación del Sagrado Corazón de Jesús de Trastevere, a la cual tuvo gran estima y la usó por muchos años.(Mons.Pío Cenci)
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La Asociación fue creciendo. En el Gimnasio de la Asociación del Sagrado Corazón de Jesús
en Vicolo de la Valtellina - Roma
Su caridad fue verdaderamente heroica
digna del Pobrecito de Asís. Del cual poseía el espíritu, como resultado
de una gran cantidad de beneficiados en Roma y en otros lugares, los que hoy lo
cuentan. Y lo que más precisamente resplandece de viva luz en el artículo de Bazin
es el aspecto espiritual del pío Cardenal, del cual el autor describe
largamente los rasgos interiores característicos y el apostolado práctico dando
amplio espacio a la importante obra
fundada y dirigida por el Cardenal de la Pía Asociación del Santo Corazón de
Jesús en Trastevere, a la cual el Cardenal se consagró durante 40 años, dando
un ejemplo luminoso de celo apostólico y de acción católica por el bien de la
juventud. Con este propósito el autor
resalta que el Cardenal se dirigió al Trastevere entre sus dilectos hijos la antevíspera de su muerte, y, después de haber hecho alusión a la profunda devoción, se podría decir, al culto del popular Trastevere hacia
el amantísimo Cardenal Merry del Val, Bazin termina el escrito citando una
palabra de un escritor italiano, lleno de significado: “Cosas que pasan,
hombres que permanecen” de René Bazin-
En ocasión de su muerte se produjeron emotivos encuentros entre los socios que habían recibido su ayuda desde su más tierna infancia, siendo en 1930 ya adultos padres de familia, reunidos en el adiós al padre adoptivo que los asistió hasta los días anteriores a su sorpresiva muerte. de Pío Cenci-trascribe de René Bazin. ( Traducción del italiano por Delia Cabrera)
A pesar de ocupar altísimas dignidades, no dejó de desarrollar, todas las tardes, durante 40 años, un apostolado oculto y muy fecundo entre las familias menesterosas y los jóvenes del Trastévere. Nótese que no hacia público este apostolado, con humildad y caridad avanzó en todos esos años.no como ahora que "la misericordina" es publicada
en todos los medios de comunicación y por videítos vaticanos.
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¡Oh!, Beata Virgen María, Madre de Dios,
Reina y Madre nuestra dulcísima, vuelve vuestros piadosos ojos hacía Inglaterra que lleva el
nombre de vuestra dote. Vuélvelos sobre todos nosotros que vivamente en Ti confiamos. Por tu intermedio se nos dio el Cristo
Salvador del mundo, fundamento de nuestra esperanza; y Tú misma por El nos
fuiste dada para aumentar esa esperanza.
Ruega por nosotros dolorosísima Madre, por nosotros a quienes acogiste
como hijos a los pies de la Cruz del Señor; intercede por nuestros hermanos
disidentes, para que unidos a nosotros seamos recogidos en el único
rebaño verdadero junto al Pastor Supremo, Vicario en la tierra de vuestro hijo.
Ruega por todos nosotros, ¡oh!
piadosísima Madre, a fin de que por las obras virtuosísimas merezcamos contemplar
Contigo a Dios en la Patria Celeste y de alabarlo eternamente. Así sea.
Oración creada por el
Card. Rafael Merry del Val
UNA FECHA INOLVIDABLE - 26.2.1930
El 24 por la mañana, se
levantó como siempre poco antes de las 6, y después de la meditación, o sea
algo después de las 7, dijo la Santa Misa, que fue la última. Durante la mañana
recibió varios Prelados y todo se desenvolvió, durante el día, normalmente.
Hacia las 16,30, luego de haber rezado Vísperas y Completas junto con Mons.
Canali y después de la acostumbrada visita al Santísimo en la Capilla privada,
salió a pie con Mons. Canali, para hacer el acostumbrado paseo, que tenía por
meta la Asociación de Trastévere. El
Cardenal estaba muy bien, tanto que ese día apuraba el paso más de lo
acostumbrado; por esto Mons. Canali se creyó en el deber de rogarle de ir más despacio. porque, soplando el siroco,
podría sudar. En esa, que fue desgraciadamente la última visita a su cara
Asociación, Su Eminencia se mostró con
los jóvenes, entre los cuales había algunos mayores, con una cordialidad y una
alegría realmente paterna tomando parte en su recreación. En la tarde antes de
comenzar los rezos correspondientes acusó un malestar diciendo a Mons.Canali “Siento un ligero malestar como de disturbio
visceral” El martes 25 éstos no habían pasado, a la tarde al manifestarse
algunas líneas de fiebre fue llamado el doctor Milani, el que diagnosticó un
apendicitis. Más tarde ya se decidió la cirugía. Así comenzó el alba del triste 26 de febrero, que debía ser el
último día de la santa y preciosa vida del Cardenal Merry del Val.[………]
Mons. Pescini que pudo
asisitir piadosamente a las última horas de Su Eminencia, ha escrito una
relación de aquel trágico día; relato que bajo el título “Una fecha inolvidable” fue
publicado en el primer aniversario de la muerte del Cardenal en “Caritas”,
boletín mensual de la Pía Asociación del Sagrado Corazón en Trastevere.
Escribe Mons. Pescini: "He
visto a Su Eminentísimo Cardenal el domingo 23 de febrero al mediodía y
admirando su aspecto florido y lleno de vida, a pesar de las largas ceremonias
por él cumplidas en la Basílica de San Pedro, me congratulé por la buena salud
que gozaba. Y él me había afirmado una vez, que, gracias a Dios, se encontraba
muy bien y no sentía ningún cansancio".
ASÍ MUERE EL JUSTO
El miércoles 26 de febrero, a eso de las 6.30,
mientras estaba por dirigirme para celebrar la S. Misa, me llamaron por teléfono. Enseguida pensé en
alguna triste noticia sobre el estado de salud de la señora María Sarto. En
vez, con profunda y dolorosa sorpresa, oí la voz conmovida de Mons. Canali, el
cual me solicitaba ir al palazzino
(Villa Santa Marta-yo) porque debía ser operado lo más rápido posible el Eminemtísimo, a causa de un ataque de
apendicitis. El doloroso desconcierto en que me dejó esta noticia, traté de
dominarme, ilusionarme con que la robusta fibra de Su Eminencia podría superar
sin dificultad la operación. En vez ¡qué triste desilusión! Fui inmediatamente
a Santa Marta, encontrando antes en la escalera a Mons.Canali, embargado de una
vivísima angustia por la grave y repentina enfermedad que había atacado a su
Eminencia, y por las muchas consecuencias que se avecinaban. Mientras trataba
de confortarlo lo mejor que podía, él me
condujo a la cabecera de Su Eminencia y me dejó. Muy sorprendido por mi visita
matinal, La Eminencia me recibió con su acostumbrada serenidad y bondad, y me
dijo: “Ha hecho bien en venir, me da un gran placer; esté cerca de Mons. Canali, porque se preocupa
demasiado” Luego de un momento de
silencio, retomó: ”Vea un poco qué cosa
quieren hacer estos…,dicen que debo operarme…, pero no sé, ¿será realmente necesario?¡ No me siento tan
mal! Tranquilicé a su Eminencia apoyándome
en la fe. La conversación decayó y me senté al lado de su lecho. Su Eminencia
parecía absorto, y fijándome bien tuve la idea de que estaba invadido por una
cierta inquietud, hábilmente retenida, por aquel perfecto dominio de sí mismo,
que era su característica, y que a veces se había vuelto sublime en momentos de
angustiosas batallas. Junté todas mis
fuerzas para mostrarme indiferente y exhortar a Su Eminencia a sostener la
operación, comunicándole mis esperanzas, y sobre su óptima fibra y la
notoriedad de los médicos que lo asistían; pero sobretodo bajo el abandono
completo en el Dios de bondad, que dispone acá abajo cada cosa para nosotros la
más ventajosa. Después de haber quedado
la habitación en silencio, pareciéndome que él quería reposar me retiré.
Mientras tanto, con Mons. Canali
y Mons. Mancini, se concertó preguntarle a Su Eminencia si no quería recibir la
Santa comunión. Elegido para esto, volví a la habitación y él con mucha calma,
sin dejarme terminar, me dijo : “Pero sí,
sí, lo estaba pensando , quiero
comulgar”
Inmediatamente Mons Mancini se
dirigió a la Iglesia de Jesús en busca del confesor de Su Eminencia, P. Alisiardi,
S.J., quien rápidamente fue al lecho del Eminentísimo. El mismo Padre, después
de la confesión, le suministró la Santa Comunión, asistido por Mons. Mancini y
por mí, que llevábamos los cirios, seguidos de Mons. Canali, del Rector del
Seminario Español, de las Hermanas enfermeras y de otros familiares de Su
Eminencia. [………] Después de la Comunión
quedó tranquilo; se recogió en devota
oración e y así quedó hasta que llegaron los médicos –para una nueva
visita.[…..]
En la habitación contigua al
dormitorio de Su Eminencia, transformada en sala operatoria, todo estaba listo.
Yo, a pesar de todo me sentía fuertemente agitado por una opresión que no sabía
definir, sin, a pesar de todo, prever una horrenda catástrofe. A las 3-5 entró
el doctor Milani, el que previno a Su Eminencia que el momento de la cirugía
había llegado: el doctor estaba extraordinariamente nervioso. El Eminentísimo
con mucha calma (en aquel momento era el más tranquilo y sereno de todos)
preguntó al doctor:¿Se me dará
cloroformo?” – “No –respondió el
doctor- se decidió suministrarle algunas
gotas de éter para evitarle el dolor y estar más seguros. No queremos que
Vuestra Eminencia tenga que sufrir mucho”[…}( Su Eminencia ya estaba en la
sala operatoria.) Sigue Pescini. Me
quedé esperando. Después de algunos minutos de silencio, … Embargado por una extraordinaria inquietud me levanté; recuerdo que a mi lado, de
rodillas con el Rosario en las manos, absorta en la oración…En la vecina
Capilla Mons. Canali con otros íntimos recitaban el rosario, quise unirme yo
también a ellos. No pude, luego de un corto momento salía corriendo, de la sala
operatoria, el doctor Milani, completamente trasformado con las manos en los cabellos,
y con voz estrangulada le oí repetir : “Su Eminencia no respira más”…Este
terrible anuncio fue conocido en un instante por todos los presentes…Mons.
Mancini, dominándose de un modo extraordinario, corrió a la Capilla, tomó el
Santo Olio y, con mi ayuda, entró directamente en la sala operatoria y administró la Extremaunción a Su
Eminencia, que yacía inanimado en el lecho… […]
La funesta noticia, se
desparramó en Roma como un relámpago y afuera, afluyó una muchedumbre de todas las clases;
particularmente emotivas eran las escenas de dolor de los jóvenes de la
Asociación del Sagrado Corazón de
Trastevere, los que bien podían afirmar que habían perdido un padre tiernísimo.
En la austera simplicidad de
la estancia y del lecho, donde por unos buenos 15 años habitó, en la que no se
veía nada de la pompa mundana, este gran Cardenal de nuestra Santa Iglesia
reposó en la paz de Cristo.
Sobre su rostro brillaba una extraordinaria
sonrisa, una sonrisa del cielo, notado por todos, que hacía pensar: “He aquí
como muere el justo"- Mons. Pescini- Contado por Mons. Pío Cenci en su obra "Il Cardinale Merry del Val" con prefazione del Cardinale Pacelli, (Traducido del italiano por Delia Cabrera)
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En su testamento dejó escrito: "Dejo todo lo que tengo a la Congregación de Propaganda Fide para las misiones más pobres" |
La Cruz del 28.2.1930 escribió: “La imprevista desaparición
del Cardenal Merry del Val deja una profunda emoción en el corazón de todos
aquellos que lo han frecuentado, que han admirado su perfecto desinterés, que
han adivinado detrás de su exterior un poco frío y aristocrático, todo lo que
encerraba su tan elevada y noble alma de valiente celo por la defensa de la
Iglesia y de la bondad y de compasión por las almas.
En su tumba, que se encuentra en esta cripta vaticana, leemos las sencillas palabras que él mismo escribió en su testamento: "Deseo ser sepultado con la mayor sencillez. Que en mi tumba se escriba solamente mi nombre con estas palabras: Da mihi animas, caetera tolle, el anhelo de toda mi vida".
El cardenal Eugenio Pacelli, secretario de Estado del Papa Pío XI, el 11 de julio de 1931, inauguró este nuevo sarcófago, donde descansan los restos mortales del cardenal Merry del Val.
"Dame almas, y toma todo lo demás".
LETANÍAS DE LA HUMILDAD
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LETANÍAS DE LA HUMILDAD. Rezaba todos los días al terminar la Misa sus
conocidas Letanías de la Humildad", que él mismo ponía en práctica. |
Al recorrer su vida escuchamos las palabras de Jesús: "No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca" (Jn 15, 16).
En el número del 15 de febrero de 1931
de la Revista de Dos Mundos, René Bazin, Académico de Francia, ha publicado un
brillante artículo sobre el Cardenal Merry del Val al cual llama desde el
principio al final: “gran Señor según el mundo y gran Señor según la Iglesia”.
El autor describe en detalle la figura física,
intelectual y espiritual del Cardenal,
aún, pasando en reseña los períodos más salientes de su vida tan fecunda
de actividad…Señala el particular interés que León XIII demostró por el joven
clérigo llegado a Roma para seguir los estudios sagrados, y, mientras debía
entrar al Colegio Escocés, el Papa a último momento dispuso que entrara en la Pontificia
Academia de los Nobles Eclesiásticos, y enumera las misiones y los encargos
delicadísimos conferidos del gran Pontífice, que, caso único en nuestros
tiempos, lo nombró Monseñor antes que fuera ordenado sacerdote.
El claro autor pone en bella luz la
predilección del Cardenal Merry del Val por Italia, de la cual en finísimo
gusto fue un ferviente admirador, y pone estos sentimientos en relación al afecto, la estima y la devoción, de las
cuales era objeto entre nosotros, y anota que al concierto de las
alabanzas y del pesar universal se asoció de modo particular una nota
popular; porque –escribe el autor- este bello Cardenal poseía sobretodo una
bondad extrema, se unía al pueblo más modesto, y cuando pasaba por las calles
de Roma, era objeto de la admiración general por la nobleza y la distinción de
toda su persona. La emoción que causó su muerte, ocurrida durante una operación
quirúrgica, fue realmente insólita en Roma, aunque la ciudad esté acostumbrada
a los grandes prelados. El desfile del pueblo,
que quería venerar sus despojos, duró
varios días, sin interrupción, a pesar del tiempo inclemente y a pesar de tener
que esperar mucho tiempo para entrar,
debido a la multitud presente.
Se ha juzgado al Cardenal
Merry del Val, en vida, de diferentes modos, y esto porque había participado en los asuntos políticos y
religiosos del siglo. Solamente ahora, que ha muerto, se comienza a conocerlo
mejor. Mientras los testimonios de su intimidad, de sus ocupaciones, de su
vida, dicen y recuerdan lo que han visto y sentido, y se manifiesta su pena, se
cuenta algún juicio, se repite algo dicho por él, termina por formarse esta
verdadera historia que no necesita de documentos o de rumores; vano polvo levantado, en el correr de la vida. La muerte de este gran Cardenal
reveló a muchos el secreto de su admirable vida espiritual; así como
del vaso que luego que se rompe, expande suaves perfumes que estaban
en él encerrados.
El historiador, el admirador
o el devoto que escriba la vida de este Cardenal se encontrará, impensadamente, frente a una
duda y a una sorpresa; si, es decir, sea más grande y más válida la vida de acción del hombre que tuvo tan larga
participación en uno de los más fecundos y combatidos Pontificados de la
Iglesia como fue el de San Pío X, o aquella acción nacida del espíritu,
celosamente sustraída de la mirada
indiscreta del mundo.
Cuando caminaba por las calles de Roma era
objeto de la admiración general por la
nobleza y la distinción de toda su persona: se lo miraba con interés y se lo
saludaba con simpatía… Pero este Cardenal tenía sobretodo una extrema bondad:
mezclado entre el pueblo romano, aún entre la gente más modesta de este pueblo,
entro los cuales vivió 40 años, donde cada uno podía contar algún rasgo de su
amable y extraordinaria caridad.
(hasta acá René Bazin)
Con Rafael Merry del
Val, llamado a desempeñar un singular papel en la Iglesia en los albores del
siglo XX, Dios «se volcó» asombrosamente. Su porte sumamente distinguido, sin
afectación, era el continente de una educación esmerada, un talento clarísimo,
una voluntad de trabajo disciplinada y enérgica: era difícil encontrar juntas
tantas cualidades en una sola persona.
Cosmopolita, políglota, cultísimo,
diplomático, músico, deportista, fotógrafo, profundamente espiritual,
incansablemente apostólico, será, ante todo, sacerdote.
Especialmente, Pío X
y Merry del Val tuvieron que sufrir juntos librando la batalla contra el
modernismo, «cifra de todas las herejías».
[...] A la edad de
dieciocho años, cuando la juventud le sonríe con sus promesas y encantos, el
hijo del embajador entra en el Colegio Universitario de Ushaw para iniciar los
estudios que le conducirán al sacerdocio.
Después de los
estudios de filosofía y de recibir las órdenes menores, el seminarista Merry
del Val, siguiendo el deseo del cardenal Vaughan, arzobispo de Westminster,
parte hacia Roma para seguir su formación. Como joven clérigo entre sacerdotes
que se preparan para los cargos diplomáticos de la Iglesia, Rafael se impone
una norma de vida, repartiendo su jornada entre el trabajo y la oración, y
renunciando a las pequeñas libertades concedidas a los alumnos. Con motivo de
sus vacaciones en familia, se halla en contacto con la más alta aristocracia,
pero rehuye en lo posible las visitas y las recepciones, llevando una vida
retirada, edificando con su piedad a todos los que se relacionan con él.
Su equilibrada
educación, su perfecto conocimiento de las principales lenguas europeas, así
como las tradiciones diplomáticas heredadas de la familia, no tardan en llamar
la atención de León XIII, que le confía varias misiones importantes. Aunque
todavía no es presbítero, recibe el nombre de «Monseñor». No obstante, sin
dejarse distraer por los honores precoces, aspira a subir al altar para poder
consagrarse, por fin, al ministerio de las almas. Es ordenado sacerdote el 30
de diciembre de 1888; fiel a su divisa (Da mihi animas, caetera tolle – Dame
almas y quédate con lo demás), emplea sus horas libres en ejercer el
ministerio entre los niños del barrio pobre y populoso del Trastévere y junto a la
aristocracia de lengua inglesa residente en Roma.
Después de la muerte
de Pío X, el cardenal Merry del Val ejerce la función de arcipreste de la
basílica de San Pedro, además de colaborar con las congregaciones romanas; su
sabiduría y experiencia merecen el siguiente comentario: «Es un maestro nato».
Ejerce su profunda caridad fraterna por su acción, sobre todo a favor de la
conversión de los anglicanos, y asegura la dirección espiritual de numerosas
almas. Insiste en la confianza ilimitada y filial que debemos tener en Dios, y
recomienda que nos mantengamos en paz allí donde Dios nos ha situado para
cumplir su voluntad. Comparándola con su cargo anterior de secretario de
estado, su nueva situación lo deja en la sombra, lo que no le resulta
desagradable. De ese modo, encuentra la ocasión de conceder más tiempo a la
oración y al estudio silencioso, poniendo en práctica su ideal: «Encontrar a
Dios en la prosa santificante del deber cotidiano. Silencio y recogimiento.
Oración y actividad. Sacrificio y amor». El cardenal Merry del Val es, en
efecto, un hombre de oración.
De Mons. Pío Cenci.
Cuando fue consagrado Cardenal no quiso que se realizaran
gastos por festejos u otras ceremonias; el dinero que se habría gastado
para éstos fue empleado para socorrer a numerosos pobres. Lo mismo que había
hecho para su consagración episcopal: sustituir el refresco con obras de
caridad; se dirigió a la casa de una vieja señora extranjera, enferma y
necesitada, para llevarle su primera bendición y su primera limosna
MERRY DEL VAL-SU LIBRO
Durante el Pontificado de
SS-Benedicto XV, escribió el Card. Merry del Val “El papa San Pío X: Memorias”.
Guardado el manuscrito hasta
1939 en que fue publicado, con el consentimiento del Card. Nicolás Canali, su
albacea testamentario-Prologado por Antonio García y García, Arzobispo de
Valladolid, quien fuera alumno del Colegio Español de Roma, en tiempos de San
Pío X. Leemos en la solapa del libro: “Inestimable fue su estrechísima
colaboración con el Papa a nivel pastoral, que trajo consigo consecuencias
preciosas y trascendentales para fortalecer la vida cristiana y así contrarrestar
la difusión del laicismo: la reforma de la música sacra (Merry era un excelente
pianista y un finísimo compositor); la invitación a la comunión temprana de los
niños; el impulso del Catecismo y de los estudios bíblicos, limpios de
naturalismos y errores luteranos, con la fundación del Pontificio Instituto
Bíblico; la codificación del Derecho Canónico; la reforma de la Curia Romana;
la promulgación de leyes para la mejor disciplina del clero, con la reforma de
los Seminarios; el fomento de la santidad sacerdotal, con la Exhortación
apostólica Haerent animo.
Especialmente, Pío X y Merry del Val tuvieron que sufrir juntos librando la
batalla contra el modernismo, “cifra de todas las herejías”.”
Nadie podía dar tantos
detalles sobre la personalidad y la vida de Pío X como éste. Fue testimonio de
primera mano para el proceso de su Beatificación y Canonización, elevado a los
altares por SS-Pío XII, tras un prolongado proceso de investigación, bajo el
estricto control del Abogado del Diablo. Desde San Pío V(1872) a San Pío X (1914), es
decir unos 342 años, no hubieron
Canonizaciones, no porque los Papas
intermediarios no fueran merecedores, pero se era muy escrupuloso. No como
actualmente que “papas santos” hay en serie; a “papa muerto santo puesto”. Una herética
burla hacia Dios y hacia los fieles.
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PIDIENDO LA CANONIZACIÓN DE AMBOS. |
Conclusión. Una corta vida ¡pero qué larga vida!
Estudiando las obras de este
eximio sacerdote diríamos que es alguien que ha vivido largamente; no es así, porque 64 años pasan como un soplo; aún habiendo muerto inesperadamente, en
pleno vigor de sus facultades mentales y físicas, podría haber sembrado la
buena semilla por mucho tiempo más. Sin dudar que para empezar podemos
lamentar la pérdida de un futuro Papa ¡cuánto habría ganado la Iglesia y
nosotros los fieles! ¡Dios nos lo da y también nos lo quita, es su voluntad,
que ella se cumpla!
Durante todos esos años de
intensísimo trabajo siempre encontró el momento para volcarse al prójimo,
siguiendo aquel primer deseo de dedicarse al apostolado aplicado principalmente
a la caridad y a la salvación de las almas. Sacrificios y desvelos practicando el
proselitismo, sin desfallecer un átimo.
Últimamente hemos sido
sorprendidos por la equivocada “peregrinación” de sus familiares. Muy de
lamentar.
Es evidente que han doblegado la
voluntad del santo familiar. ¿Han sucumbido a la vanidad de la figuración
social? Entregar la persona del tío y su memoria a una falsa iglesia, contra la
cual el Cardenal Merry del Val estuvo luchando intensamente para detener este
flagelo; en su momento lo consiguieron, pero actualmente si hasta sus
familiares lo traicionan! ¡cómo no va a avanzar satanás ocupando los espacios
que éstos les van dejando libres!.
Una reflexión ¿qué habría decidido
Del Val ante este “agasajo”, este
desplazamiento multitudinario que habrá exigido un gran gasto? ¿No han visto al
menos dos grandes ejemplos? El primero en su consagración episcopal y luego Cardenal?¿Qué eligió? A pesar
de que entre los concurrentes a esos actos se encontraban altos dignatarios del
clero y de la elite social y política, no ofreció el obligado refresco a la
asistencia sino que todo ese dinero fue a los pobres, ESTA ES LA ACCIÓN QUE HABRÍA REPETIDO!
Y OTRA ABERRACIÓN : este que
se dice papa es a la vista de todos un hereje, usurpador de la Sede de San
Pedro, eso le consta ya a la mayoría de los católicos y de los no; pero la
familia Del Val parece que lo ignoran. Revienta a los ojos la sibilina
insistencia de Bergoglio de que NO HAY QUE HACER
PROSELITISMO, es decir NO HAY QUE TRATAR DE CONVERTIR!!! déjalo“Es tu hermano, acércate pero , Dios hará el resto! “¡No se puede creer pero es así! Es lo mismo que aconsejar ¡deja que pierda su
alma, no lo ayudes, ¡qué te importa que se condene, déjalo! TODO LO CONTRARIO
AL SUPREMO ANHELO de Rafael Merry del
Val!
Y CUANDO MANIFIESTAN QUE
DESEAN VERLO ELEVADO EN LOS ALTARES? ¡Increíble!
¿Dónde ven altares? En España está
peor el avasallamiento de la Iglesia que en muchos otros países; que señalen en
qué altares pueden venerar su imagen. ¿En una mesa pagana? Entre los familiares
asistentes, salvo una señora (por lo menos
bien visible) tenía la mantilla obligatoria. Comulgarán en la mano, de pie… Lo
habría aceptado el vejado Rafael Merry del Val por sus propios familiares?
PARA TERMINAR
HOMENAJE AL EMBAJADOR RAFAEL CARLOS MERRY DEL VAL (1831-1917) Padre del Cardenal Rafael Merry del Val y Zulueta.
Su carta remitida al Presidente de EEUU. Delano Roosvelt- Publicada por el diario CRISOL de Bs As el 1.2.1939